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ÁNGEL de la CALLE, Catálogo de las VII Jornadas Internacionales de Cómic. Avilés, 2002.

"En un reciente estudio publicado en Norteamérica sobre toda la historia de la compañía de JIM WARREN una de las historietas de FERNANDO FERNANDEZ, Rendez Vous publicada en el nº 35 de Vampirella USA, fue seleccionada como una de las 20 mejores historias publicadas por las revistas de la editorial neoyorquina en toda su historia. Un mérito notable si se tienen en cuenta que entre sus compañeros de páginas había nombres como BERNIE WRIGTSON, AL WILLIAMSON, ALEX TOTH, JEFF JONES o ARCHIE GOODWIN."

De ZORA y los HIBERNAUTAS, el genial FEDERICO FELLINI comenta a Doménico Porcio en la revista PANORAMA, (4/8/1985),

"...Siento gran admiración por la creatividad arabesca y onírica de FERNANDO FERNANDEZ en ZORA."

FRANCESCA LLADÓ, LOS COMICS DE LA TRANSICIÓN, Ed. Glenat, 2001.

"Su consagración gráfica llegó con ZORA y los HIBERNAUTAS, que supone un nivel gráfico de verdadera maestría en el campo del color. Recurre a todo un plantel de procedimientos, desde el lápiz hasta el óleo, pasando por el empleo de la plumilla y del aerógrafo, entremezclándose significativamente de forma lúdica.

Sus esquemas narrativos, tanto en ZORA y los HIBERNAUTAS como en sus otras realizaciones, se diluyen a través de un trasfondo poético que permite ocupar el primer plano expresivo. De este modo encontramos en FERNANDO FERNANDEZ a uno de los grandes innovadores del lenguaje del cómic."

ROMAN GUBERN, Profesor de la U.A.B. Crítico y Guionista de cine. 1984

"FERNANDO FERNANDEZ de quien admiramos antes su ZORA, nos ofrece ahora una nueva lectura y una nueva visión de ese mito necrómano y eterno. Y ha hecho "su" versión, que siendo suya y personal como todo cómic de autor, no traiciona el espíritu tardo romántico de Stoker. El cine nos había descubierto ya, desde la época de MURNAU, que el relato literario de DRÁCULA puede tener una fecunda lectura icónica. Ahora con la imagen inmóvil del cómic (que a veces se subleva ingeniosamente contra tal inmovilidad), FERNANDO FERNÁNDEZ nos reitera con brillantez que DRÁCULA es una obra universal capaz de ser transcrita con todos sus registros y en todos los medios de comunicación. Leer este nuevo DRÁCULA no es releer a Stoker, sino descubrir nuevos ángulos y una nueva imaginería de su famosa pesadilla".

JAUME FABREGA, Asociación internacional de Críticos de Arte. Girona 1990

"Cualquier aficionado a la historieta -- este refugio del gran taller del dibujo -- conoce a Fernando Fernández, nuestro dibujante e ilustrador más internacional. No sólo obtuvo el premio de Mejor ilustrador español de 1977, sino que sus trabajos son publicados y valorados por las mejores revistas del mundo, desde la legendaria Linus, pasando por la editora Artima de Francia y la británica Fleetway.

Sus trabajos en Estados Unidos, por otra parte, le han valido del prestigioso premio de la Warren Publising Company. Fernando Fernández, con sus dibujos y originales al óleo, ha elevado el cómic, ya de por sí un arte preponderante dentro de la cultura de masas, a la categoría de un lenguaje altamente expresivo y creativo. Los coleccionistas de todo el mundo atesoran sus comic books como auténticas obras maestras del género.

He aquí, sin embargo, a un nuevo Fernando Fernández: ahora se nos revela, una vez dejada la brillante etapa anterior, como un artista al óleo y al pastel de pintura de caballete.

Ahora no tiene que supeditarse a ningún argumento, ni a estructura narrativa alguna, o no tiene que ilustrar, como portadista, el pie forzado de una novela. Puede pintar, libremente, sus figuras femeninas en las que capta, arquetípicamente, los aspectos más amables y fantasiosos: del desnudo sugerido al "look" de moda retro (pamelas, vestidos vaporosos, etc). Estos aspectos, sin embargo, son servidos con una acumulación sorprendente de todas las enseñanzas de su etapa anterior: dominio del dibujo, pero a la vez, cromatismos sugerentes; cierta divagación fantástica, junto con un verismo siempre sugerente."

JAVIER RUBIO, Escritor, Crítico de arte, Director de la sección de arte del Diario ABC. Madrid, 1991

"Fernando Fernández huye del trazo para buscar la pincelada, eludiendo voluntariamente lo dibujístico para adentrarse en el mundo de la mancha, del color y sus problemas, de la atmósfera del cuadro. La mujer (niña, joven o anciana) en exteriores o interiores, vive en estas pinturas de gamas calientes y nerviosas pinceladas que son como un himno al color."

RAFAEL KIOGA BERLINER, Sociólogo y Crítico de Arte, París 1991

"Bella, rica y suntuosa, animada por la fuerza vital de su autor, se me presenta la obra de Fernando Fernández. En la base misma de su coherente diversidad técnica, se encuentra la sólida formación del artista quien, tanto en el óleo como en el pastel o aún en el ámbito del dibujo, manifiesta un perfecto dominio de amplios recursos segura y sobriamente empleados.

Si es cierto que puede Fernando Fernández abordar distintas temáticas, evidenciando así un encomiable talento, no es menos cierto que su espacio mental, a nivel de creación, apunta, predominantemente, hacia la sistemática presencia femenina emergiendo de fondos fuertes, oscilando entre pinceladas electivamente adustas, y sabrosas zonas donde los táctiles valores atmosféricos se asoman acogidos a una paleta de índole inteligentemente impresionista.

Dos factores de primordial importancia, subyacentes en toda la trayectoria de Fernández, explican la unidad de su obra, y eso no obstante la utilización de pigmentos y soportes diversos: el dibujo, omnipresente, sosteniendo toda su producción, y la libertad cromática, apoyada siempre en una ejecución dúctil e incisiva a la vez.

Las figuras femeninas, surgiendo en atmósferas de sabor eminentemente abstracto, revelan el movimiento tensional y a menudo moderadamente torturado de la línea, en una histórica articulación con la búsqueda inquieta situada entre la última fase del Renacimiento y la intensidad inicial del Barroco. Afloro, incidentalmente, esa realidad diacrónica, ése parámetro de una extensa temporalidad de que un Rosso, un Pontorno o un Greco nos ofrecen significativas emergencias.

La mujer - constante, opción vital, le motivó un tema preferido - surge en el trabajo de Fernández como expresión de una profunda necesidad interior; como señal de una opción determinante; como símbolo y espejo de una creativa explosión de valores subjetivamente asumidos, interpretados y plasmados.

La obra del artista, considerada en la extensión modélica de sus realizaciones y virtualidades, analizada también en la diversidad de sus complementarias facetas, logra ofrecer al contemplador el espectáculo estimulante de su belleza, de su densa coherencia, y de una honda capacidad para sugerir una particular dimensión de diálogo, de comunicabilidad, y de poética lectura."

JOSEP MARIA CADENA, Escritor. Crítico de arte. Director de la sección de arte de El Periódico. Barcelona, 1992

" ...Dotado para la figuración, plasmar el cuerpo humano - especialmente las armonías femeninas - no es ningún problema para Fernando Fernández. Se encuentra cómodo dibujando y pintando la realidad material, porque esta le permite avanzar hacia la plasmación de los sentimientos, tan difíciles de expresar en la gracia de un gesto o la tibieza de una piel."

MASCARÓ PASARIUS, Historiador. Medalla de Oro del Consell Balear. Cr?tico de arte. Palma de Mallorca, 1993

Fernando Fernández es uno de los más acreditados retratistas del momento; sin el más mínimo asomo de duda, es un retratista excepcional.

El retrato es una modalidad, no lo olvidemos, que pocos pintores, y aún pintores buenos, pueden realizar por las grandes dificultades que encierra no sólo en la plasmación gráfica de los rasgos faciales del retratado, extremo al alcance de cualquier pintor con una cierta preparación, sino por la de captar el estado de ánimo de la persona retratada, su talante psíquico, su tensión emocional. Y eso, Fernando Fernández lo borda, como puede comprobarse con esta exposición donde la mujer es el tema estelar y en su rostro se refleja con increíble facilidad, lo que piensa, lo que siente.

JOAN LLOP, Escritor. Crítico de arte. Editor de la revista GAL-ART. Barcelona, 1995

Claro que Fernando Fernández es retratista. Lógico. Y consecuencia del extraordinario dominio que tiene del dibujo. Sus retratos del óleo nos llegan precedidos de una serie de estudios realizados al lápiz. Extraordinarios Dibujos perfectos, completos, en los que se recrea, yendo más allá del estudio, entregándose a la realización de un retrato que ha perdido su función de análisis y se nos ofrece completo. Y luego llega el color, sin dificultad. Decenas de años lleva Fernando Fernández cultivando el color. Y consiguiendo magníficos resultados desde el principio. Dicen que el diablo sabe más por viejo que por diablo. No es este el caso de Fernando Fernández; sabe porque es pintor nato y la veteranía, en él, es un valor añadido.

Como es lógico, sus retratos se someten a la servidumbre del parecido, obligación a la que se rinde Fernando Fernández. Pero también retratos que van más allá de la mera imagen, del parecido mimético; sabe infundirles aquel algo especial que los marca como obras con personalidad propia, con entidad. Son pinturas, obras pictóricas, con el tema del retrato.

La elegancia de sus figuras femeninas, el entorno altamente pictórico con el que sabe rodear sus personajes, entornos complementarios e intensamente descriptivos...

Saberes y más saberes que han convertido a Fernando Fernández en un retratista señero dentro del panorama artístico nacional.

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